Daniel Pearl, un periodista estadounidense secuestrado en Karachi (Pakistán) el pasado 23 de enero, fue dado ayer por muerto. El cadáver no fue hallado, pero la Embajada de Estados Unidos en Islamabad recibió una cinta de vídeo que el FBI consideró "correcta" y "prueba suficiente" del fallecimiento. El video contenía, al parecer, imágenes del asesinato de Pearl.
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Cuatro personas presuntamente relacionadas con el secuestro habían sido detenidas en los últimos días. "Actos como éste sólo refuerzan nuestra voluntad; Estados Unidos librará al mundo de los agentes del terror", declaró desde Pekín el presidente George W. Bush, al conocer la noticia.
"El 21 de febrero hemos recibido un vídeo que contenía imágenes de Daniel Pearl en cautividad e imágenes de su muerte", informó en Karachi Multar Ahmad Sheikh, ministro del Interior de la provincia de Sindh.
Pearl, de 38 años, era el delegado de The Wall Street Journal para el sur de Asia, con oficina en Bombay (India), y había sido enviado a Pakistán para informar sobre la campaña antiterrorista lanzada por Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre. El pasado 23 de enero se citó con una persona que, supuestamente, debía conducirle hasta el líder de un grupo radical musulmán conectado con Al Qaeda y con Richard Reid, el ciudadano británico detenido en diciembre tras intentar destruir un avión que volaba entre París y Miami con explosivos ocultos en sus zapatos. La cita era una trampa. Cuatro días después, los secuestradores enviaron por correo electrónico a distintos medios varias fotografías de Pearl, una de ellas con una pistola apuntando a su cabeza, y exigieron la puesta en libertad de todos los paquistaníes detenidos durante la guerra de Afganistán, como condición para no asesinar al periodista.
A principios de febrero, la policía de Pakistán detuvo a Fahad Nasim, Sheikh Adil y Salman Saquib como autores del envío de las fotos. Después fue detenido Ahmed Omar Said Sheikh, un conocido militante islámico de origen británico, como presunto organizador del secuestro. Sheikh afirmó al principio que Pearl seguía vivo, pero cambió su declaración e indicó que, por lo que sabía, el periodista había sido "ejecutado cuando intentaba fugarse" el 31 de enero. La policía de Karachi restó credibilidad a las palabras de Sheikh e indicó que disponía de informaciones según las cuales Pearl seguía vivo. La policía también dijo que el autor material del secuestro seguía en libertad pero estaba ya identificado como Amjad Hussain.
Sheikh, que ya había participado en el secuestro de un avión indio y en una toma de rehenes en 1999, declaró ante el juez que había organizado el secuestro como protesta por la alianza de Pakistán con Estados Unidos, después de los atentados del 11 de septiembre. Otro de los detenidos, Fahad Nasim, aseguró que había participado en la acción porque creía que Pearl era "un judío que trabajaba para el Mosad [servicio secreto israelí] y luchaba contra el islam".
"El asesinato es un escándalo y lo condenamos. Estados Unidos y Pakistán se comprometen a identificar a los responsables de este crimen y a llevarles ante la justicia", dijo Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado. "Seguiremos trabajando con las autoridades paquistaníes, que han hecho todos los esfuerzos para localizar y liberar a Pearl", añadió.
"Es un asesinato sin sentido, más allá de nuestra capacidad de comprensión", dijo la familia a través de un portavoz. Pearl estaba casado y su viuda espera un hijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de febrero de 2002