Un helicóptero estadounidense con 12 soldados a bordo se estrelló ayer en Filipinas sin que se encontraran supervivientes, según informó el Pentágono. La dotación forma parte de las fuerzas norteamericanas enviadas a ese archipiélago para ayudar al Ejército local en su lucha contra los rebeldes musulmanes independentistas dentro de la guerra global que Washington ha lanzado contra el terrorismo.
El portavoz del Pentágono aseguró que no el accidente no se había debido a fuego enemigo y que el aparato, un MH-47 con dos rotores, se estrelló en el mar en medio de la noche cuando volaba entre la isla de Basilan y la base aérea de Mactan.
Por otra parte, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, reconoció ayer que un bombardeo estadounidense sobre un convoy de coches en el sur de Afganistán el pasado mes de enero alcanzó y mató a civiles y no a militantes de Al Qaeda o guerrilleros talibanes como en un principio había asegurado el Pentágono.
"Me han llegado evidencias de que no eran talibanes o miembros de Al Qaeda", dijo el secretario de Defensa en una reunión con la prensa. Más de 15 afganos murieron en ese incidente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de febrero de 2002