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Los barceloneses ya no creen que la inmigración sea el principal problema

Barcelona baja la nota a la gestión municipal

La inmigración ha dejado de ser percibida como el problema más grave de la ciudad de Barcelona, según la encuesta trimestral que realiza el Ayuntamiento. En la consulta de septiembre de 2001, los asuntos relacionados con la inmigración eran considerados el principal problema de la ciudad por el 20% de los encuestados; en la realizada a finales de ese año ya sólo lo considera así el 10%. El equipo de gobierno aprueba, pero con menos nota.

La inmigración ha dejado de ser una de las cuestiones que más preocupa a los barceloneses: 'En cierto modo, es la vuelta a la normalidad', en opinión del concejal de Presidencia, Ernest Maragall. La expulsión, el verano pasado, de un centenar de inmigrantes de la plaza de Catalunya de Barcelona hizo disparar la percepción de que los problemas de los extranjeros en situación irregular eran los más graves. En la consulta de diciembre pasado, en cambio, se indica que lo peor es la circulación, con el 21,6%. Inmediatamente después, con el 21%, se encuentra la falta de seguridad. El sondeo refleja también un ligero descenso de la valoración de la gestión municipal. Quienes la consideran buena y muy buena representan el 49,6% frente al 50,9% en la consulta de septiembre. La calificación de normal también baja -del 31,3% al 30%- y, en cambio, la percepción de mala o muy mala ha subido del 16,9% al 17,3%. Al inicio del mandato municipal, la gestión era buena a juicio del 61% de los encuestados, un porcentaje que ha descendido hasta el 45%; mientras que era mala para el 4,9%, y ahora ese porcentaje se ha elevado hasta el 13,3%. Maragall subrayó ayer, sin embargo, que el Ayuntamiento considera muy satisfactorio que la gestión se considere normal o buena por casi el 80% de los encuestados.

A la hora de poner nota a líderes de las formaciones políticas, los tres que forman el equipo de gobierno aprueban, con notas que van del 6,1 del alcalde, Joan Clos, al 5,5 de Jordi Portabella (ERC) y el 5,4 de Imma Mayol (ICV). La oposición, en cambio, suspende: Santiago Fisas (PP) saca el 4,5 y Joan Puigdollers (CiU) el 4,9. La intención de voto de los ciudadanos no ha variado de forma significativa desde junio de 1999, cuando se celebraron las últimas elecciones municipales, ya que el PSC pasa del 23,1% al 25,8%; CiU, del 11,1% al 13%, y el PP, del 7,6% al 8,3%. Los restantes partidos son los que sufren variaciones más destacadas en intención de voto: ERC-EV sube del 3,3% al 6% e ICV desciende del 3,2% al 2,6%.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de febrero de 2002