Añado unas aportaciones al interesante diagnóstico sobre AENA de Germà Bel (EL PAÍS del 21 de febrero): las redes nacionales de aeropuertos no se justifican ya por el posible interés público del inicio de la aviación. Hoy el valor principal de AENA está en ser la primera empresa de gestión de aeropuertos de Europa y un líder mundial por capacidad instalada y pasajeros gestionados, que opera paradójicamente como un monopolio en España y concurre como empresa privada en la gestión de aeropuertos en otros países y que dispone de know-how en los tres grandes segmentos de negocio: grandes hubs (centros aeroportuarios principales), aeropuertos regionales y turísticos.
La supervivencia del grupo exige que los distintos aeropuertos no puedan competir realmente entre sí en mercados similares. Así se explica el reforzamiento de la cabecera del holding -Barajas-, un férreo control de sus aeropuertos filiales y su diversificación en segmentos de negocio diferentes: Europa para Barcelona e intercontinentales para Barajas.
El modelo del Gobierno para los aeropuertos parece apuntar a consolidar un gigante español y su posible privatización posterior, aunque esto pudiese ir en detrimento del desarrollo del transporte aéreo en los diversos territorios de España. Si ésta fuese la opción, debería ser explicitada y debatida públicamente puesto que está produciendo consecuencias importantes en los territorios y en el interés público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002