La veneración hacia un triunfador, llámese estrella de la canción, astro del fútbol o actor de primera línea, puede ocultar un profundo sentimiento de frustración: el de saberse a años luz del mito y, en consecuencia, verse como un fracasado. De los efectos perversos del éxito habla el espectáculo que la Sala Beckett de Barcelona mantendrá hasta el 3 de marzo. Se titula Després ve la nit y es un monólogo escrito y dirigido por David Plana e interpretado por Míriam Iscla, fundadora de T de Teatre.
Després ve la nit, que se estrenó en noviembre en el festival Temporada Alta de Girona, es el debut de Iscla en el terreno del monólogo. La obra gira en torno a Laura, una bibliotecaria que muestra una conducta esquizofrénica, y se sitúa en el domicilio de ésta. Allí está a punto de celebrarse la primera reunión del club de fans de una actriz, que Laura cree que le ha usurpado la vida. El montaje está impregnado de un tono de humor, aunque reconoce Plana que es una comedia terriblemente amarga.
Los sentimientos de Iscla hacia el montaje son ambivalentes. Por un lado, destaca 'la enorme responsabilidad' de salir sola a escena, y por otro, el goce de encarnar un personaje tan complejo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002