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El 'eslalon' de Salgado causa fastidio y perplejidad en el Alavés

El Alavés jugaba con viento en popa y sin novedad en el frente izquierdo. Hasta que apareció Míchel Salgado como un poseso, mirando al suelo y enganchando una y otra vez el balón hasta la línea de fondo. "Nos estábamos llevando el partido", se lamentó el jefe de la defensa del Alavés, Óscar Téllez; "y ellos, que llegaron una sola vez por donde menos lo esperábamos... Porque no era Figo, no era McManaman... era Michel Salgado, que lleva el balón y baja la cabeza, y amaga y parece que no va a hacer nada y... Yo le tapé la entrada hacia el punto de penalti, le ofrecí la salida por la línea de fondo, y él fue y metió un centro perfecto. La verdad que no me esperaba que metiera ese centro".

Con los músculos en tensión hasta cuando habla, Salgado le quitó importancia a su jugada, un eslalon en el que regateó a Pablo, Begoña y Téllez. El lateral fue breve: "Seguro que cuando vea la jugada en televisión disfrutaré más".

"El gol del minuto 45 fue la clave del partido", dijo Morientes, que ayer se fue de vacío. A su lado, al salir de vestuarios, Astudillo, que parece un navajo melancólico, lamentó el gol de Guti como el punto de inflexión en un partido que el Alavés dominaba con autoridad: "Hicimos suficiente como para irnos a Vitoria con ventaja, pero ese gol fue un bajón. Porque estábamos pensando en ir a descansar y a ellos le dio tranquilidad".

"Sabíamos que teníamos que neutralizar a sus hombres claves en el medio campo", explicó Astudillo; "que son Zidane y los jugadores que estaban alrededor. Cumplimos en ese aspecto pero pagamos caro la falta de acierto en ataque".

El propio Salgado hizo un análisis crítico con el Madrid y con un público al que pidió más apoyo en los momentos difíciles: "En la primera parte el equipo estaba muy descolocado, siempre se corría a destiempo. Ellos supieron jugarnos y nos lo hicieron muy difícil. Primero, con balón no teníamos salida, combinábamos mal. Luego, sin balón, siempre llegábamos una décima de segundo tarde, pero justo porque siempre había un jugador del Alavés libre. Por nuestra parte había una descolocación total. Después del descanso, con un poquito más de colocación la cosa fue diferente".

"Quizá en los momentos difíciles el público nos podría dar un poquito más de apoyo", se quejó Salgado.

Los cambios que Del Bosque programó en la alineación inicial -con Solari en lugar de Helguera y Guti en el puesto de Raúl- fueron tema de debate. Sobre la reaparición de Raúl, Salgado apuntó la importancia del jugador no sólo como goleador sino por el trabajo que hace en el medio campo: "Es una referencia que tenemos siempre para la salida del balón. Es una referencia para nosotros en la media punta y el equipo va a ganar mucho con él".

El entrenador madridista, Vicente del Bosque, fue preciso respecto a los cambios en el once: "Era muy útil tener en el banquillo a Raúl para poder reaccionar en cualquier momento. Lo mejor en estas lesiones musculares es no arriesgar. No puse a Helguera para darle descanso porque acumulaba muchos partidos; y para premiar a Santi Solari".

"Raúl ha estado en plan matador", dijo Mané. El técnico del Alavés se distanció de esta manera de la opinión de sus jugadores a la hora de valorar la clave del encuentro.Otra cosa opinó Del Bosque: "La jugada de Míchel ha sido salvadora".

Hierro, que recibió la quinta amarilla, se perderá el próximo partido de Liga, en Balaídos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002