En matchplay, en los cara a cara, en el golf, el putt lo es todo. Como dice la gente, puedes jugar como los ángeles, que si no la metes, no la metes. José María Olazábal lo sabía, claro, por lo que su derrota de ayer en los cuartos de final del Accenture Matchplay, en La Costa, junto a Carlsbad (California), a manos de Brad Faxon tuvo un elemento de sadismo añadido. Un elemento innecesario.
Lección práctica número 1, De la importancia del putt en el golf en general y en el matchplay en particular. Escenario, cualquiera de los hoyos del campo californiano. Participantes: Brad Faxon, el del putter caliente, el hombre que las enchufa desde cualquier posición, o si no, las pasa rozando. José María Olazábal, el vasco fuerte y recto, el mago de los hierros, el jugador del putt sólido. Eso fue el partido, la interminable lucha entre dos jugadores muy diferentes que se resolvió en el hoyo 20º cuando Faxon, imperturbable, fácil, embocó un putt de 8,5 metros después de que el intento de Olazábal desde 10 metros se quedara corto. Hasta esa situación habían llegado después de que Olazábal ganara los tres primeros hoyos aprovechando la falta de acierto de Faxon desde el radio de dos-tres metros; y después de que Faxon empezara a asombrar y Olazábal a sombrear, a oscurecer su juego corto. Impepinablemente, Faxon se puso por encima.
Llegaron al hoyo 17º en una situación insólita para ambos. Aunque había resuelto todos su partidos en el último hoyo (contra Leonard, Goosen y Calcavecchia), la última vez que Olazábal había estado por detrás en el torneo se remontaba al lejano miércoles, al primerizo tercer hoyo contra Leonard. Y en cuanto a Faxon, el norteamericano no conocía ese hoyo: todos sus partidos anteriores los había resuelto antes. Empataron el 17º. Y en el 18º, como todos los días, birdie milagroso de Olazábal desde tres metros después de que Faxon, por fin, fallara desde 10. Fue el último aliento de esperanza.
Cuartos. Azinger a Estes por 2 y 1. McCarron a Lehman por 4 y 3. Faxon a Olazábal en el 20º. Sutherland a Toms por 3 y 2.
Semifinales. McCarron a Azinger por uno. Sutherland a Faxon por uno.
La final, hoy, a 36 hoyos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002