"ETA sólo mata. No es una organización política. Los jóvenes sólo escucharemos su palabra cuando abandone las armas y nos pida perdón". La manifestación de repudio al atentado del pasado martes contra Eduardo Madina, el dirigente de las Juventudes Socialistas de Euskadi (JSE), se cerró con sus propias palabras. Daniel Díez, el secretario general de su organización, se encargó de leerlas al término de la marcha en Bilbao. Decenas de miles de personas, más de 50.000 según la organización, acudieron a la llamada de las juventudes de todos los partidos, salvo Batasuna, las organizaciones juveniles de UGT y Comisiones Obreras y el Consejo vasco de la Juventud. Las palabras de Madina, extraídas de varios artículos suyos, fueron un llamamiento al diálogo y al ejemplo que los jóvenes deben dar para "liderar" la acción social de cambio.
'Nacimos sin libertad, crecimos sin ella y nos quieren hacer creer que moriremos sin ella'
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La manifestación recorrió las calles de Bilbao muy despacio y en un silencio que sólo fue puntualmente interrumpido por los aplausos de los participantes. En su último tramo, cuando la marcha doblaba por la Plaza Circular para llegar hasta el Ayuntamiento bilbaíno, donde concluyó, el silencio quedó envuelto por la música de Ana Belén, Silvio Rodríguez o Miguel Bosé, que ya acompañó hasta el final del acto.
Los jóvenes de las distintas organizaciones (JSE, EGI, Gazte Abertzaleak, IU-Juventud, UGT-Juventud, CC OO-Gazteak y el Consejo vasco de la Juventud), sostuvieron de forma conjunta la pancarta y apoyaron a sus compañeros socialistas. Aunque Nuevas Generaciones (Partido Popular) no estuvo tras la pancarta sí suscribió el comunicado conjunto. Éste, además de rechazar a ETA, reclamaba la pluralidad de ideas y de "concepción de país" junto al consenso político frente a la violencia que ellos mismos habían representado ayer. "Estamos condenados a convivir en un espacio muy pequeño", señalaba la nota, para insistir después en su lema: "Contra la violencia no hay más patria que la humanidad"."Nuestro objetivo es vivir sin miedo a que en cualquier momento Euskadi se ponga otra vez a llorar. Seguimos soñando con la libertad, como si la libertad fuese un escenario utópico inalcanzable. Nacimos sin ella, crecimos sin ella y a veces nos quieren hacer creer que tendremos que morir también sin ella". Las palabras que por boca de Díez expresaba Madina dejaban a todos los asistentes en un impresionante silencio. Su llamamiento al diálogo "como lo más preciado" y "su repulsa a ETA" recogieron un cerrado aplauso de todos los asistentes.
"ETA no debiera tener la influencia suficiente en nuestra sociedad como para que nos impida una reflexión compartida y serena, y el diálogo entre nuestros representantes para acabar con ella", señaló Daniel Díez mientras en los rostros de sus compañeros se vislumbraban lágrimas reprimidas.
La simbología del momento, la de una juventud pidiendo liderar la respuesta cívica contra la violencia de ETA, estuvo hasta en el recuerdo de los versos de Blas de Otero, Pido la paz y la palabra: "Nos las negaron hace ya tanto tiempo que generaciones enteras de vascos hemos nacido en la ausencia de ellas. Y, sin embargo, hemos vivido con las ansias de su consecución".
Díez no reveló hasta al final que las palabras que estaba leyendo no eran suyas. Antes de hacerlo preguntó si era "innoble" pensar así y expresarlo o si había algo de "ofensivo". Su intervención, que duró poco más de cinco minutos, la concluyó con una afirmación: "Hoy los jóvenes seguimos poblando el país de esperanza".
A los dirigentes juveniles les acompañaron en la manifestación gentes de todas la edades y políticos de todos los colores democráticos. Así, acudieron a la marcha, mezclados con los manifestantes, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, ("hoy los jóvenes han dado una buena lección y todos tenemos que mirar ese ejemplo", dijo luego el líder socialista), el secretario general de las Juventudes Socialistas, Herick Campos, y los dirigentes vascos Jesús Eguiguren, Patxi López, Javier Rojo y Rodolfo Ares.
Representantes de otros partidos políticos como el presidente del PNV en Vizcaya, Iñigo Urkullu, o los también nacionalistas Iñaki Azkuna e Iñaki Zarraoa, alcaldes de Bilbao y Getxo, respectivamente, y el diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, secundaron el acto. Del Partido Popular acudió, entre otros, su presidente en Vizcaya, Leopoldo Barreda. Y por la UGT, el secretario general en Euskadi, Carlos Trevilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002