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Cerco a los inversores tramposos

España se suma a las reformas en Europa para atajar el uso de información privilegiada y establece en la Ley Financiera nuevos sistemas para prevenir los fraudes al mercado

Los inversores que se aprovechen de información privilegiada lo van a tener mucho más difícil. La Ley Financiera, inspirada en la directiva europea sobre abusos del mercado, amplía las regulación de estas prácticas y establece un sistema detallado de prevención que gira en torno a los directivos de las empresas y sus asesores. Se trata de atajar la información privilegiada en los mercados, un asunto siempre espinoso por la dificultad de probar si un inversor operó sabiendo más que el resto.

La nueva ley, todavía en elaboración, incluye tres aspectos fundamentales. En primer lugar, intenta salvaguardar la información estableciendo un sistema de murallas chinas que impida el salto de los datos confidenciales entre distintos departamentos de una empresa. En segundo término, amplía y corrige la definición de lo que es información privilegiada y, por último, abunda en los hechos relevantes que pueden influir en la evolución de los valores.

La dificultad de probar el uso de información privilegiada provoca que todas las reformas que se preparan en Europa establezcan que basta con disponer de la información privilegiada para que la operación relacionada con ella sea considerada conducta infractora.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de febrero de 2002