Será un cerramiento de cristal cuya instalación está solo pendiente de ser adjudicada lo que protegerá los graffiti que el pintor Joan Miró realizó en la finca mallorquina de Son Boter. Unas pintadas que corresponden a bocetos de las esculturas que centraron la producción del artista catalán en los años sesenta.
Un estudio realizado por el conservador Ignasi Millet, dado a conocer ayer en Palma de Mallorca, revela que los bruscos cambios de humedad y de temperatura de la casa, sometida, según él, 'a la inclemencia de todos los vientos', amenazan la conservación de este importante legado. El cristal y el sellado de las ventanas permitirá mantener más o menos constante la humedad relativa y la temperatura interior y exterior del edifició, aseguró Millet en una rueda de prensa celebrada ayer en la Fundación Pilar y Joan Miró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2002