Fernando Ochoa cortó una merecida oreja del bien armado y astifino quinto por su elegante faena; al capotearlo con soltura y lidiarlo con acierto y con señorío le recetó largos y tersos derechazos. Al sumiso tercero lo veroniqueó armoniosamente y en su quite se ajustó por sedosas chicuelinas. Adelantándole la sarga, embarcó al oponente y le engarzó solemnes redondos.
Alberto Ramírez bregó al cinqueño de la confirmación. En su trasteo por el derecho no entendió al mansurrón, y por el izquierdo sí supo aprovechar la fijeza del enemigo. Con el huidizo y difícil sexto se adaptó mejor a su acometida y tuvo detalles. Federico Pizarro, al segundo, que transmitía su agresividad y que se revolvía en un palmo de terreno, no lo pudo meter a la franela. Al recibir al fiero cuarto, le adelantó el capote y fue arrollado y zarandeado, recibiendo tremenda paliza. Regaló el sobrero, pero para su mala suerte el ejemplar pegaba arreones, por lo que sólo trapaceó.
Xajay / Pizarro, Ochoa, Ramírez
Toros de Xajay (regalo del sobrero), con trapío; encastados salvo 5º y 7º, duros, y fiero el 4º. Federico Pizarro: silencio en los tres. Fernando Ochoa: aplausos y oreja. Alberto Ramírez, que confirmó alternativa: división y vuelta. Monumental Plaza de México, 24 de febrero. 18ª corrida de la temporada. Mala entrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de febrero de 2002