"Esta persona no tiene recursos culturales para poder valorar la significación ilícita de la conducta". Así justificó ayer el fiscal la solicitud de absolución de Antonio C. A., de 70 años, acusado de agredir sexualmente a su mujer al menos en tres ocasiones y por cuyos hechos el fiscal de la instrucción pidió en la calificación provisional 24 años de cárcel.
Antonio reconoció ayer ante la Audiencia Provincial de Valencia haber forzado a su mujer a mantener relaciones sexuales: "Porque estamos casados y desde el principio ha sido así; no siempre que decía que no quería decir que no", alegó.
Catalina, la esposa y víctima, explicó que, en varias ocasiones su marido, con el que lleva casada 53 años, la había obligado a mantener relaciones sexuales a la fuerza y bajo amenazas.
Según el relato fiscal, en enero de 1999, Antonio obligó a Catalina a tener relaciones sexuales, a pesar de la contundente negativa de ella. "Yo le dije que no y que no", afirmó la mujer. Ella se encontraba sentada en una silla. Él la levantó por la fuerza y consiguió penetrarla sexualmente.
El 6 de septiembre de 1999, a las 0.30, el acusado le dijo a Catalina que saliera de la habitación para mantener relaciones sexuales en el comedor. Pero Catalina salió a la calle ante el temor de que Antonio la agrediera "como en otras ocasiones" y acudió a la Guardia Civil a denunciarle.
Tras el testimonio de las partes, el fiscal pidió la absolución del acusado porque "no tiene recursos culturales para discernir lo ilícito de los hechos". El caso quedó visto para sentencia con la adhesión a la petición fiscal del abogado defensor.
[La fiscal María Ángeles García, actual vocal del Consejo General del Poder Judicial, manifestó su "perplejidad absoluta" ante la petición fiscal, ya que "en el siglo XXI ya no puede haber personas que desconozcan la dignidad de la mujer".]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de febrero de 2002