Para conmemorar el 42º aniversario de Brasilia, la ciudad surgida de la nada va a construir una plaza exclusivamente para invidentes. Se llamará plaza del amor es ciego. Será un cuadrado totalmente plano con laterales de 40 metros para dar movilidad a los usuarios de sillas de ruedas. El proyecto es del artista plástico, Siron Franco y todo él será costeado por empresas privadas. En el centro de la plaza, un círculo con 18 metros de diámetro representará el iris del ojo humano. Un texto en braille, hecho de acero y con bolas de color adornará el lugar. Los versos han sido escritos por el presidente de la Asociación Brasileña de Deficientes Visuales, Aleixo da Costa Silva, cuyo padre era ciego y que siempre había soñado con la construcción de esa plaza. En ella habrá también una perrera proyectada por el arquitecto tetrapléjico Assis Aragão, con perros adiestrados para servir de guías a los invidentes. La plaza va a poder ser disfrutada por los 2.052 ciegos residentes en la capital brasileña, ciudad que se caracteriza por su fuerte aspecto exotérico, sus excentricidades y sus grupos astrales que suelen reunirse por las noches a cielo abierto para hacer sus ritos a la luz de la luna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de febrero de 2002