La bolsa española registró ayer la mayor subida de este año, con el 3,24% en el Ibex 35 y el 2,81% en el índice general de Madrid. Con este tirón, estos dos indicadores superan los niveles psicológicos de los 8.000 y 800 puntos, respectivamente.
El resto de las bolsas europeas también se anotaba avances, aunque de menor cuantía que los del mercado español, y todos ellos tuvieron como base la subida de la Bolsa de Nueva York, que ya desde la apertura sumaba una ganancia de más de 100 puntos.
Si los datos bursátiles eran concretos, no lo eran las causas que los motivaron, ya que la Reserva Federal de Estados Unidos rebajó las previsiones de crecimiento para este año a una banda entre el 2,55% y el 3%, desde la anterior, entre el 3% y el 3,25%. También la tasa de desempleo se revisó hasta un posible 6%, desde el 4,75% anterior. Por si esto fuera poco, se volvió a producir la sistemática revisión a la baja de algunos datos económicos que, previamente, habían servido para jalear la ansiada recuperación. En diciembre, los pedidos de bienes duraderos no crecieron el 1,7%, sino el 0,9%, al tiempo que la venta de casas nuevas fue del 3%, en lugar del 5,7% anunciado con anterioridad. Hoy se conocerá la revisión del PIB del cuarto trimestre del pasado ejercicio que, con una subida inicial del 0,2%, pareció acabar con el temor a que la economía estadounidense hubiera entrado en recesión.
Ayer se valoraron positivamente los pedidos de bienes duraderos de enero, que subieron el 2,6% pero, a pesar de la recepción que tuvo el dato en las bolsas, ya se empieza a hablar de desinformación entre los habituales del mercado.
La subida de la bolsa española no contó con una amplia cobertura del dinero, pues el Mercado Continuo negoció 1.693,88 millones de euros, cuando la media anual estaba situada en 1.841 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de febrero de 2002