A veces tiene uno la impresión de que nada le puede desasosegar viendo la televisión, ya sea comiendo o tumbado en el sofá; pero el horror se vistió de gala el miércoles 20 de febrero cuando, por la noche, TVE-1 nos mostró a los niños guerreros de Sierra Leona. Con una realización impecable y conducido por Nacho Duato, bravo, las imágenes de niños con los miembros amputados, los ojos vacíos, el psiquiátrico y el centro donde intentan ayudar a esos otros niños que en un pasado reciente han podido matar incluso a su madre, nos fueron situando ante una realidad terrible. ¿Somos piedra? No he oído ningún eco social ante una de las mayores barbaridades que uno pudiera imaginar. No, no somos piedra, somos seres humanos tan sólo sensibilizados por nuestro propio reflejo, y claro, ese espejo... tan lejos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de marzo de 2002