Los nuevos gestores de Admira (Telefónica Media) tras la destitución fulminante ordenada por el presidente del grupo, César Alierta, el pasado enero de toda la cúpula directiva anterior, no han recibido una herencia fácil. El conglomerado de medios de comunicación de Telefónica registró en 2001 unas pérdidas de 347,3 millones de euros en 2001 y, lo que es más preocupante, sus principales activos (Vía Digital y Antena 3 TV) empeoraron notablemente sus resultados.
Vía Digital, la plataforma de televisión de pago por satélite de la que Telefónica posee el 48,6%, incrementó sus pérdidas un 31,7% hasta los 334 millones de euros (162,6 contabilizan en la cuenta de Telefónica). El aumento de las pérdidas se produjo pese a que los abonados se elevaron en 173.320, hasta alcanzar los 806.379. El resultado bruto de explotación arrojó unas pérdidas de 540 millones de euros que, aunque mejora un 12,1% respecto al año anterior y pese a la crisis por la que atraviesa el sector, suponen unos números rojos inéditos para cualquier televisión de pago en Europa.
No le fueron mejor las cosas a Antena 3 TV, hasta ahora considerada como la joya de la Corona de los medios de Telefónica. La cadena en abierto vio caer su beneficio un 60%, hasta los 48 millones de euros (22,8 le corresponden a Telefónica por el 47,5% que posee en la cadena), y sus ingresos cayeron un 11,3%, que Admira achaca a la caída del mercado publicitario.
Las crisis de resultados por la que atraviesan tanto Vía Digital como Antena 3 se agudizó en el último trimestre del año pasado, en el que las pérdidas de la televisión de pago se duplicaron y los beneficios del canal en abierto se redujeron hasta los seis millones de euros. Además, Antena 3 no tiene fácil regresar a la senda de beneficios en 2002, ya que, a partir del presente ejercicio deberá afrontar la compra de Onda Cero a Admira. La cadena de radio mejoró notablemente sus resultados, pero continúa arrojando pérdidas (Ebidta negativo del 5,9 millones de euros en 2001 frente a los 15,1 millones de 2000), pese a haber incrementado sus oyentes un 18,2% hasta los 2,77 millones.
En conjunto, sólo las menores provisiones, de alrededor de 600 millones de euros, que se destinaron en 2000 a sanear los medios de comunicación en Argentina para ponerlos a la venta (sin éxito por el momento), permitió maquillar los resultados globales de Admira, cuyas pérdidas netas se redujeron un 44,7%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de marzo de 2002