El Departamento de Justicia de EE UU y Microsoft han retocado de forma significativa la propuesta del acuerdo extrajudicial que resuelve la demanda por prácticas monopolísticas contra el gigante informático. El objetivo es acercar posiciones con los nueve estados de ese país que todavía se oponen al pacto, alcanzado después de que el Tribunal Supremo invalidara una sentencia del año 2000 que condenaba a Microsoft por vulnerar las leyes de la competencia.
Los cambios hacen complejas referencias a tecnologías para compartir información digital, restricciones a la manera de formalizar contratos y, sobre todo, a las limitaciones que Microsoft , cuyo sistema operativo Windows se usa en casi el 95% de los ordenadores, imponía a empresas y fabricantes.
En opinión de los expertos, las modificaciones no son suficientemente significativas como para lograr un consenso entre los fiscales. La juez encargada del caso ha convocado una vista oral para el día 6 antes de aceptar o rechazar el acuerdo, aunque los estados disconformes siempre podrán seguir adelante con la demanda.
El acuerdo que Microsoft pactó con el Departamento de Justicia en noviembre de 2001 obligará a la compañía a aceptar una supervisión independiente de sus actividades durante los próximos cinco años, prorrogables si se sospecha que incumple las restricciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de marzo de 2002