'Nuestra propuesta con este Otelo es abordar un teatro visceral, de tripas'. Así se expresa el joven director Carlos Álvarez-Ossorio, responsable de la puesta en escena del texto shakespeariano que el grupo sevillano Cámara Negra estrenó ayer en el Galileo Teatro. El espectáculo, interpretado por Miguel Ángel Karames, Paco Fernández y Verónica Rodríguez, se aleja de algunos aspectos del original. De hecho, la acción no transcurre en Venecia y los actores se rebelan contra los personajes.
'Éste no es un trabajo de experimentalismo cerrado', dice Álvarez-Ossorio. 'Hay muchas conexiones con temas actuales...; a fin de cuentas, la obra trata sobre la manipulación de la realidad, algo muy presente en los medios de comunicación, y sobre el machismo y los malos tratos, de dramática actualidad', señala el director, quien piensa que los amantes del teatro de Shakespeare encontrarán a su autor en esta versión.
En este Otelo se han eliminado referencias racistas y espaciales y la trama no transcurre en Venecia, sino en un espacio cerrado de no se sabe dónde: 'Hemos descontextualizado la obra, de ahí que hayamos respetado el lenguaje de Shakespeare, porque el texto clásico nos permite esa universalidad'.
Cámara Negra ha optado, como es habitual en el grupo, por la tragedia. Antes fue con textos de Kafka, Chéjov, el Macbeth de Shakespeare y O'Neill.
Otelo. Galileo Teatro. Galileo, 39; metro Quevedo. 20.30 y (domingos) 18.30. De 9 a 12 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de marzo de 2002