El príncipe Felipe, marido de la reina Isabel de Inglaterra, famoso por sus meteduras de pata en los viajes oficiales, ha vuelto a hacer de las suyas en la gira que él y su esposa realizan por Australia. Ayer, durante la visita que ambos realizaron al parque Tjapukai de los Aborínes, cerca de Queensland, Felipe le preguntó a uno de los líderes de las tribus aborígenes si seguían tirándose lanzas unos a otros. 'Cuando le llegó el turno en la recepción a mi padre, que era el que representaba a los más viejos de Djabugay, le preguntó si todavía les tiraban lanzas a las otras tribus', informó William Brim, el fundador del parque. Según éste, ni él ni su padre se sintieron ofendidos, y su padre siguió la broma asegurando que sí, que lo seguían haciendo. Durante años, el príncipe Felipe ha ofendido a varias nacionalidades y grupos étnicos con sus salidas de tono. Sin embargo, no todas las noticias son desfavorables para la familia real. El jueves pasado, la policía británica informó de que el príncipe Enrique, el hijo más joven del príncipe Carlos y Diana de Gales, no será acusado de consumir cannabis, ya que sus investigaciones no han conseguido ninguna prueba concluyente. 'Consideramos el caso cerrado y no habrá más investigaciones', afirmó un portavoz de la policía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de marzo de 2002