En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, el vicepresidente Rodrigo Rato sufrió un ataque de risa que obligó al ministro portavoz, Pío Cabanillas, a interrumpir su intervención varias veces. Rato se limitó a explicar que se encontraba satisfecho de estar con los periodistas. La sala se hallaba repleta de informadores por el interés en conocer la versión de Cabanillas sobre la entrevista fantasma entre Felipe González y el primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de marzo de 2002