Elliott Murphy (Nueva York, 1949), superviviente de una estirpe rockera que tiene sus raíces en el rock de los setenta, tiene nuevo disco en la calle, Soul surfing, y lo presenta en directo en España: esta noche lo hará en Madrid; mañana, en Bilbao; el día 4, en Oviedo; el 7, en Santiago de Compostela; el 8, en Burgos, y el 9, en Hostalets de Balenyà, en Barcelona.
Este neoyorquino afincado en París ha construido en Soul surfing un catálogo de canciones con el sabor de la América legendaria y con una preocupación a la hora de cuidar los textos muy en consonancia con su habitual nivel poético. Puro rock de autor con letras que, como explica Elliott Murphy, giran en torno a tres ideas: 'Los viajes, el amor y el tiempo'.
El sonido de guitarras y esa particular forma nasal de cantar pertenecen a una vieja tradición del rock'n'roll. 'Cuando yo empecé a hacer música, mirábamos hacia las raíces del rock: el blues, el country... Íbamos a escuchar a Muddy Waters, John Lee Hooker o Howling Wolf, y comprobábamos que había una conexión. Me siento orgulloso de haber sido músico en aquella época; de haber tratado de unir el rock con la poesía'. Este modo de entender la música no encuentra reflejo, para Murphy, en la música juvenil que se hace en la actualidad: 'Me da la impresión de que la música no es ahora más que un producto que se puede vender del mismo modo que los coches o los refrescos'.
A sus 53 años, Murphy afirma llevar muy bien lo de ser un nómada del rock: 'Llevo haciendo esto desde hace mucho tiempo y consigo no tomarme las cosas demasiado en serio'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de marzo de 2002