Abil Basur, el niño afgano de 10 años aquejado de un linfoma en estado muy avanzado, llegó ayer a Madrid a bordo de un Boeing 707 de la Fuerza Aérea española para recibir tratamiento en el hospital militar Gómez Ulla de la capital de España. Acompañado por un familiar y por el ministro de Defensa español, Federico Trillo -que ha visitado en Kabul al contigente de tropas españolas-, el niño embarcó en el vuelo en la capital de Pakistán, Islamabad.
Un oncólogo y un anestesista acompañaron durante el viaje a Madrid al niño, que no necesitó ningún tipo de asistencia médica. En el hospital militar será sometido a pruebas y análisis para determinar con exactitud el tratamiento adecuado, según explicó a bordo del avión el teniente coronel médico Andrés Carretero, de la unidad de cuidados intensivos del hospital del Aire.
Las autoridades españolas planean trasladar cuando sea posible a Abil a un centro médico que disponga de unidades específicas de tratamiento de cáncer infantil. 'Si ya es duro un tratamiento de este tipo, lo mejor es que el niño esté acompañado por otros', opinó Trillo.
El niño afgano sabe que tiene un problema de salud que es importante y que no puede ser tratado en Afganistán, pero ignora el alcance real de su grave enfermedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de marzo de 2002