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Rescatado sano y salvo un montañero de 68 años que estuvo perdido 24 horas en el puerto de La Hiruela

Luis Miravete Rodríguez, un vecino de Villaverde de 68 años y aficionado desde hace 15 al montañismo, estuvo perdido desde el mediodía del domingo y hasta las 14.45 de ayer en el puerto de La Hiruela, en el límite con la provincia de Guadalajara y cerca de Buitrago de Lozoya. Cuatro bomberos del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los bomberos de la Comunidad lo encontraron, casi desfallecido, tras 24 horas de búsqueda. Las bajas temperaturas, la niebla y las escasas fuerzas de Miravete le hicieron 'temer lo peor', según comentó el deportista.

Miravete había salido el domingo con sus compañeros del Grupo de Montañismo de la empresa Standard Eléctrica. Tenían previsto cubrir el trayecto que va del puerto al municipio de La Puebla. 'Hacía muy buen día, pero luego empezó a venir la niebla, lo que nos despistó. Entonces decidimos volvernos, pero yo me quedé rezagado del grupo y me perdí', señaló el montañero.

Mientras el resto del grupo daba la alarma en La Puebla, Miravete buscó un camino que él sabía que le llevaría a este municipio, por lo que siguió andando; 'antes o después', pensó, se toparía con él. Pero llegó la noche, con el consiguiente frío y la humedad. 'Me refugié bajo un árbol y me puse un chubasquero y un anorak que llevaba para refugiarme de la fuerte nevada que caía. El paraguas que cogí lo coloqué de forma que me guarecía la cabeza', explicó Miravete. 'He pasado tiritando toda la noche. Llevaba la ropa empapada y esa humedad cala hasta los huesos', recordó.

Por la mañana intentó reemprender su camino, pero las fuerzas le flaquearon. Estaba tan débil que no pudo comerse ni un bocadillo de queso que se había preparado. 'Estaba destrozado. Además, había entrado en una zona de matorrales bajos, en la que no se podía andar', continuó este vecino de Villaverde. Agentes de la Guardia Civil, de los bomberos de la Comunidad, guardas forestales y voluntarios buscaron a Miravete desde la tarde del domingo. Las bajas temperaturas, el tiempo transcurrido y la edad del deportista hacían temer lo peor, pero, a las 14.45 de ayer, cuatro integrantes del GERA lo encontraron muy débil en una pista forestal cercana a La Vihuela (Guadalajara). 'Lo que más miedo me daba era tener que pasar otra noche. Estaba tan agotado que no habría sido capaz de aguantar', confesó el montañero. Tras ser trasladado en una UVI móvil del Sercam, fue reconocido en el centro de salud de Buitrago de Lozoya. Después fue dado el alta y se marchó a su domicilio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de marzo de 2002