El Gobierno de Navarra aprobó ayer el concurso de construcción, conservación y explotación de la autovía Pamplona-Logroño, la primera obra que se construirá en Navarra mediante el sistema de financiación conocido como peaje en la sombra.
Se trata del mayor contrato de obra pública de la historia de Navarra, un proyecto viario de 62,4 kilómetros de longitud y un presupuesto de 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas). La inversión será asumida totalmente por la empresa privada a la que el Ejecutivo de UPN adjudique la explotación de la vía por treinta años. En ese tiempo, la Hacienda Foral pagará a la constructora un canon anual en función del tráfico que registre la nueva carretera (cánon de demanda), hasta sumar una cifra calculada de 516 millones de euros.
La iniciativa, que supone atravesar la sierra de El Perdón, al sur de Pamplona, mediante un doble túnel de más de un kilómetro de longitud, provocó gran controversia política, dado que la oposición consideraba que este sistema hipotecaría las cuentas públicas en los próximos decenios y se presta a un dudoso juego de tráfico de intereses empresariales. Al final, el apoyo de CDN al Ejecutivo de Sanz permitió sacar adelante la iniciativa.
El consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Navarra, José Ignacio Palacios, ensalzó ayer el proyecto y aseguró que el sistema de peaje en la sombra conseguirá construir una vía fundamental para el desarrollo de Navarra en un tiempo récord. Según indicó, la autopista no podría llevarse a cabo en el mismo plazo con los recursos propios del Gobierno, dada la inversión requerida. Según el Departamento de Obras Públicas, en julio se adjudicará el proyecto de construcción de la autopista, que estará acabada en 2007. El trazado elegido cuenta con la pertinente declaración favorable de impacto ambiental y conllevará una adecuación y mejora del Camino de Santiago, que transita paralelo a la ruta. La obra incrementará en un 0,5% anual el PIB navarro, creará 600 puestos de trabajo durante su ejecución y 1.500 puestos estables con posterioridad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de marzo de 2002