Probó las pastillas en Almería con 21 años cuando eran 'gordas' y 'marrones'. También eran más caras y, dice, que de mayor calidad: 'La partíamos entre cuatro y nos tirábamos toda la noche y parte del día siguiente con euforia'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de marzo de 2002