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Un marroquí se niega a llevar a su hija a un centro católico

Ahmed A., un marroquí de 38 años y vecino de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), ha tenido en casa ayudando a su mujer en las tareas domésticas a dos de sus hijas (Mariem, de 11 años, y Jadicha, de 14) más de un año. La comisión de escolarización (encargada de matricular a los niños en periodo extraordinario) de la zona supo del asunto hace dos semanas, y el pasado lunes decidió escolarizar a la menor en un colegio público (San Lorenzo) y a la mayor en uno católico concertado (Inmaculada Concepción).

Aunque el padre, trabajador de la construcción, aceptó ayer en un primer momento llevar a las niñas al colegio, tras reunirse con la directora del centro católico fue tajante: 'Tendrá que llevar uniforme y la falda es muy corta. Ahora la pequeña dice que tampoco quiere ir', dijo.

La Consejería de Educación de Madrid ha decidido no transigir como hizo con Fátima Elidrisi, la niña marroquí a la que remitió a un instítuto público para que pudiera llevar el hiyab pese a que fue enviada por la comisión a las concepcionistas: 'Si mañana [por hoy] estas niñas no están en el colegio con o sin uniforme, informaremos a la comisión de absentismo local para que avise al Fiscal del Menor y a la Policía municipal', dice la Consejería.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de marzo de 2002