Ayer EL PAÍS publicó un texto sobre la elección de rector en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). El texto contiene unas apreciaciones del periodista en las que contrapone el Campus Nord con el Campus Sud, y las nuevas tecnologías con las tradicionales. Es obvio que disiento de su enfoque. Además incluye como mías unas frases que entrecomilla, pero que recogen de forma parcial, inexacta y fuera de contexto lo que manifesté.
'Industriales es el corazón de la UPC, yo creo en las tecnologías clásicas'. Evidentemente creo en las tecnologías clásicas y en las nuevas, pero lo que dije es que Industriales fue, originariamente en el ámbito tecnológico, el corazón de la UPC, del cual debe seguir formando parte, y que ahora nuestra universidad cubre y debería cubrir todo el espectro técnico, desde las tecnologías tradicionales renovadas hasta las nuevas, y estar atenta, para incorporarlas, a las que vayan surgiendo.
'Las TIC no están enraizadas, representan a las multinacionales extranjeras', desvirtúa mis declaraciones en las que manifesté que, a pesar del dominio de las multinacionales extranjeras en este ámbito, hay un espacio para un tejido industrial propio arraigado en nuestro entorno, y que es necesario un esfuerzo adicional, en el cual la UPC debe seguir desempeñando un papel clave, para ampliarlo y consolidarlo.
Confío en que esta nota deshaga cualquier malentendido que se haya podido ocasionar. El programa, la campaña y el equipo son mis avales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de marzo de 2002