El Ayuntamiento de Alcalá ha desestimado convertir en una cámara oscura, construyendo un edificio anejo, el campanario de la antigua iglesia de Santa María, hoy un edificio exento y situado en el corazón del recinto histórico declarado Patrimonio Mundial en 1998. El proyecto ya estaba aprobado por la Comisión de Patrimonio, de la que forma parte la Comunidad, pero el edil de Turismo, Francisco Calles (IU), quiso consultar a los vecinos antes de acometerlo y éstos han expuesto un rechazo casi unánime a construir un añadido que modificaría el aspecto de este rincón de la ciudad.
Lo resumía bien la presidenta de la asociación de vecinos del casco histórico, Dolores Palenzuela: 'No estamos de acuerdo con el tarugo de al lado, nos parece un precio muy alto para disfrutar de la visión de la torre. Que se haga mirador, sin el edificio anejo, nos parece bien. Todos, como turistas, nos hemos hinchado de subir escaleras para tener una vista panorámica', afirmó.
El edificio previsto tenía una fachada de tres metros de largo y el mismo fondo que la torre, así como una altura de 20 metros. Para su acabado se había propuesto el hormigón o la piedra caliza. Debía albergar un ascensor y las escaleras para acceder a las tres plantas que acogería la torre en su interior, una para la recepción, otra de exposiciones y la tercera con la cámara oscura, una habitación de paredes negras en la que los turistas podrían ver en una pantalla horizontal imágenes del exterior tomadas a vista de pájaro por un periscopio. El Ayuntamiento justificaba el añadido argumentando que sería una recreación del lienzo de la iglesia de Santa María, destruida durante la guerra civil.
Francisco Calles adelantó ayer que el Ayuntamiento redactará ahora otro proyecto para dar un uso turístico al campanario, que casi con seguridad se limitará al de mirador. Calles defendió que no se pueden emprender 'proyectos impactantes' en el casco sin consultar a los vecinos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de marzo de 2002