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Los sociólogos ven la protesta como una repulsa al caciquismo y la marginación

Los habitantes de las comarcas del Ebro están hartos de sentirse ciudadanos de segunda. Este sentimiento explica, según un informe sociológico de la Fundación Jaume Bofill, la extraordinaria movilización social que han vivido estas comarcas desde que se publicaron las bases del Plan Hidrológico Nacional. Pero no sólo la marginación de las comarcas del Ebro explica las iras de sus habitantes. El sociólogo Josep Pont Vidal, director del estudio, también cree que en el sur de Cataluña la gente se ha hartado del caciquismo. Según se recoge en el documento, el descontento se explica 'a partir de la existencia de una estructura de repartición del poder y de una actividad centrada en pocas familias que han dominado la vida política durante muchas décadas'.

Y ahora estas familias no han sabido defender los intereses de su gente. El director del estudio asegura que las movilizaciones contra el trasvase del Ebro no responden a la falta de solidaridad de quienes protestan sino a que 'el plan se ha elaborado a espaldas de la gente y esto ha alentado un sentimiento de pertenencia a una tierra y la defensa de las formas de vida tradicionales'. Asimismo, Josep Pont considera que en el Ebro se ha afirmado más que nunca la defensa de 'una nueva cultura del agua', donde este elemento es un bien escaso y el río se convierte en 'una auténtica fuente de vida'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de marzo de 2002