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El GIL celebra un nuevo congreso para afianzar su feudo de Marbella

El Congreso del Grupo Independiente Liberal (GIL), que se celebra hoy en Marbella, estará previsiblemente marcado por la posible inhabilitación de su líder, Jesús Gil, por el caso camisetas. Gil pretende reforzar su grupo, hacerse fuerte en la ciudad malagueña y demostrar que sigue contando con el apoyo popular cuando tan sólo faltan cuatro días para que el Tribunal Supremo vea su recurso contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, que le condenó en octubre de 2000 por cuatro delitos de prevaricación y tráfico de influencias.

El regidor marbellí buscará los apoyos de afiliados y simpatizantes, y tratará de acallar a los que apuntan a una crisis interna en su partido. Gil será confirmado como presidente, aunque el resto de la Ejecutiva es una incógnita que solo parece conocer él.

El primer teniente de alcalde y actual número dos del GIL, Julián Muñoz, que hace pocos días renunció a la presidencia de las sociedades municipales, dimitirá como secretario general, puesto en el que asegura no repetirá.

'Se acabaron las aventuras políticas a gran escala', dijo el martes Muñoz, que en un avance de la convención explicó que de momento el GIL se limitará presentarse en Marbella, y si acaso en las poblaciones malagueñas de Ronda y Casares. Ecologistas en Coincidiendo con el congreso, Ecologistas em Acción ha convocado una concentración contra la política urbanística de Gil.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de marzo de 2002