José Francisco Llop, el constructor absuelto por un jurado de la muerte de su esposa al caer de un séptimo piso en construcción y cuya causa está pendiente de que el Tribunal Supremo decida si debe repetirse el juicio, declaró ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Valencia como imputado de allanamiento de morada.
Un primo de la mujer es quien acusa a Llop. Según el relato de la acusación, que ejerce el letrado Carlos Verdú, Llop ocupó por la fuerza el 13 de agosto de 2000 la vivienda de ese familiar de su esposa, fallecida en 1999. En el piso, que estaba a nombre de la fallecida, vivían el primo y su mujer desde 1979. Al morir, la propiedad del apartamento pasó al acusado, ya que la heredera es una hija del matriominio menor de edad. Llop declaró ayer que acudió a la vivienda acompañado de un carpintero porque fue avisado de que había problemas en el contador del agua. Afirmó que la casa estaba vacía y que cambió la cerradura porque no tenía las llaves originales. Sin embargo, la acusación sostiene que llegó a la casa cuando sabía que no había nadie, que no rompió la puerta e instaló otra cerradura. La vivienda, situada en la pedanía de Castellar, está actualmente alquilada a un amigo, según dijo el propio Llop.
El día de los hechos, los vecinos de la finca avisaron a la policía y al primo de la fallecida que vivía en el piso. Entre ellos hubo una discusión que llevó a una denuncia de Llop por amenazas e injurias contra el primo de su mujer y de la que éste último fue absuelto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de marzo de 2002