El Rally de Córcega, tercera prueba del Campeonato del Mundo de la especialidad, es al término de la primera etapa un monólogo de los Peugeot. El francés Gilles Panizzi, el finlandés Marcus Gronholm y el inglés Richard Burns, separados por sólo 25 segundos, ocupan las tres primeras plazas, por delante del también finlandés Tommi Makinen (Subaru), cuarto, a 39s, y de Carlos Sainz (Ford), quinto, a 49s. Panizzi se adjudicó cuatro de los cinco tramos disputados, un botín que le permite aventajar en tres segundos al líder del Mundial, Gronholm, y en 25s al actual campeón, Burns.
Sainz, que comenzó la etapa en la sexta posición, ganó un puesto en la cuarta especial después de que el noruego Petter Solberg (Subaru) cometiera un error. También el español, tercero en el Mundial tras acabar en idéntica posición en las dos primeras carreras del año, tuvo un problema en el tercer tramo, cuando dañó la rueda izquierda delantera de su coche, pero pudo salvar la situación, y recortar diferencias con la aparición de la lluvia a última hora.
El madrileño y otros cinco pilotos, entre ellos los tres primeros, se sometieron ayer a un control antidopaje cuyos resultados se conocerán en 15 días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de marzo de 2002