El nuevo plan de Carlos Rexach acabó en la papelera. Faltos de medios, los delanteros no supieron y los defensas cedieron como de costumbre. En un momento vital, el tridente y el cambio de portero dieron el resultado negativo habitual. Pese a que el Barcelona tuvo más presencia ofensiva que otras veces, se peleó con el gol en las dos porterías.
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Cambio de portero. Estaba anunciado que Bonano recuperaría la titularidad en detrimento de Reina pese a que ambos promedian un gol encajado por partido. Rexach retardó el cambio una jornada por el factor público y para evitar que le llamaran ventajista. Frente al Málaga, en casa, no convenía mirar a la portería. Mejor aguardar la visita al campo del Betis, para que Bonano calentara con vistas a los choques ante el Liverpool y el Madrid. El Camp Nou no extrañará el relevo. Alrededor de Reina existen las mismas dudas que cuando en el último partido de la primera vuelta sustituyó a Bonano por su pifia en Montjuïc. No le ha dado puntos al equipo ni se los ha quitado, pese a que últimamente le disparaban al vientre. Bonano se ganó prácticamente el puesto sin jugar y por el ruido que se armó sobre la portería. Los goles del Betis ratificaron que el del Barcelona no es un problema sólo de meta, sino de armazón defensivo, sobre todo de los centrales, que ayer se aflojaron de mala manera. Bonano no puso ni quitó nada.
El 'tridente'. Fracasó en campo ajeno como en las dos ocasiones precedentes pese a que generó algunas ocasiones de gol. El tridente se impuso de salida frente a los extremos. La productividad avalaba a los tres delanteros: 33 de los 48 goles. El pibito, sin embargo, no se ha estrenado fuera, pese a que ayer laboró por el gol. A Rivaldo, sustituido después por Overmars, también le faltó puntería y no hubo noticias de Kluivert. La alineación del tridente, por lo demás, no ayudó a montar el medio campo, falto de ritmo y profundidad, pese a que tuvo la pelota. Le alivió especialmente la entrada de Xavi, un jugador desaprovechado, al igual que los volantes, que se han quedado sin gol (10 de 48). A partir del medio centro, el Barça recuperó un punto de cordura y apretó mejor a los de arriba con los de abajo, aunque continuó sin armar el último pase.
Laterales y volantes. Rexach introdujo a Coco para tapar a Joaquín en la misma medida en que Puyol competía con Denilson. Del duelo salió ganador el Betis, aun cuando los goles los metió Dani, más listo a sus 21 años que Reiziger y De Boer, dos acomodados. El equipo verdiblanco armó rápidas transiciones ante un Barça que extraña la actitud de Rexach. Charly ha decidido exponerse a que le maten como un cualquiera antes que morir con sus ideas. Falto de contundencia defensiva y ofensiva, el equipo traicionó su propia naturaleza, perdió alegría y le faltó suerte, pues por una vez que fue a por el partido, ya perdía a los tres minutos. Una cosa tan inexplicable como irreconocible es el Barça, pues cambia de cara en cada partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de marzo de 2002