Que el consejero de cultura de la Generalitat Valenciana, Manuel Tarancón retire de los libros de texto de la asignatura de literatura a autores catalanes nacidos fuera de Valencia no es de extrañar. Que pretenda que en los libros de bachillerato de esta asignatura sólo se mencionen autores valencianos y se ignore el reconocimiento de la lengua, tampoco es de extrañar. Lo que pretende está claro: una desintegración rápida de la lengua y una absoluta fragmentación lingüística. Que los/as estudiantes valencianos/as no conozcan a autores como Llull, Pla, Rodoreda, Capmany, Espriu o Leveroni, es un ataque directo a la cultura del ámbito lingüístico catalán que repercutirá en el mundo de la enseñanza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de marzo de 2002