Kim Teldan, de cinco años, recibió una carta de Yasir Arafat que le respondía a su petición de que buscase la paz. 'Valdrá la pena para ti porque seríamos buenos amigos', le decía la niña israelí. El líder palestino saludaba cariñosamente su inocencia, la de la infancia que 'como tú y la de los niños de Palestina e Israel representáis'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de marzo de 2002