Dos años después de iniciarse la negociación entre Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona sobre el desarrollo de la Carta Municipal, uno de los consorcios previstos, el de Servicios Sociales, está todavía sin constituirse por el desacuerdo entre ambas partes. Y la reunión que ayer tuvo lugar entre la consejera de Gobernación, Núria de Gispert, y el concejal de Presidencia del Ayuntamiento, Ernest Maragall, y los representantes de los grupos municipales tampoco sirvió para desbloquear esa cuestión. Uno de los puntos conflictivos es el traspaso al Ayuntamiento de Barcelona de la programación, prestación y gestión de los servicios especializados de tercer nivel, como residencias de la tercera edad y centros de día, entre otros equipamientos. 'No hay acuerdo entre los técnicos', precisó la consejera De Gispert. Para el Ayuntamiento el origen del problema es otro: que la Generalitat no quiere ceder el control -y con ello la correspondiente financiación-de esos equipamientos. En cualquier caso, ambas administraciones se comprometieron a desencallar la constitución del consorcio de Servicios Sociales en breve. Los demás consorcios, como el de Vivienda y el de Enseñanza, además del de Cultura, que comporta la gestión compartida entre ambas administraciones, sí se han formado, pero no se ha desarrollado su implantación. De hecho, los únicos que funcionan a pleno rendimiento son el de Sanidad y la Subcomisión de Urbanismo. La parte de la Carta que supone modificaciones de leyes generales todavía está pendiente de ser abordado con el Ministerio de Administraciones Públicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de marzo de 2002