Unos 35 agentes de la Policía Local de Leganés (173.500 habitantes), acompañados por unos 25 delegados sindicales, obligaron ayer a suspender el pleno municipal. Los manifestantes comenzaron a patear en el suelo y a hacer sonar las sintonías de sus teléfonos móviles, por lo que resultaba imposible debatir los puntos del orden del día. El alcalde de Leganés, el socialista José Luis Pérez Ráez, decidió aplazar la sesión cuando se estaba tratando el punto 15. Los agentes piden que se retire el plan de reestructuración del cuerpo y la implantación en la localidad de la policía de barrio.
El pleno había comenzado a las seis de la tarde. Una hora después entraron en la sala los representantes de los sindicatos CC OO, UGT, CSIF y CPPM y los agentes, que iban de paisano. Los manifestantes desplegaron una pancarta en la que pedían el fin de la policía de barrio y comenzaron a llamarse entre ellos, sin responder las llamadas. Ante el ruido que producían los teléfonos, el alcalde suspendió el pleno. A continuación, los agentes despidieron a los concejales a la puerta del Ayuntamiento con una cacerolada, aderezada con silbatos y gritos de protesta.
La nueva fórmula de la Policía Local de Leganés (140 agentes) funciona en los barrios de Zarzaquemada, El Carrascal, Leganés Norte, Centro, San Nicasio y La Fortuna. Se han destinado 18 agentes repartidos en dos turnos, que trabajan de lunes a viernes de 8.00 a 22.00. Los policías destinados a este servicio piden la retirada del mismo y tener idénticos turnos que sus compañeros: trabajar ocho días y librar seis. Los policías también se quejan de que el Consistorio les haya obligado a hacer más horas extras para cumplir todos los servicios.
El concejal de Seguridad Ciudadana de Leganés, Santiago Llorente (PSOE), señaló que la restructuración de la Policía Local fue pactada con los sindicatos y que el calendario recibió su visto bueno. 'El número de horas extraordinarias se ha mantenido en los dos primeros meses del año, en los que se han hecho 500', aseguró el edil. Cada hora extra cuesta al Consistorio 16,8 euros (2.800 pesetas).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de marzo de 2002