La Generalitat ha convocado durante las dos primeras semanas del mes de marzo 27 ofertas de empleo para cubrir distintas jefaturas de área o de servicio por el sistema de libre designación, un mecanismo de acceso al cargo que depende exclusivamente de la decisión del consejero correspondiente.
Para optar a una plaza por libre designación basta con ser funcionario y pertenecer al grupo correspondiente. No se requiere acreditar antigüedad, sólo tener la titulación adecuada. Los aspirantes son sometidos a la evaluación de una comisión de valoración, pero su dictamen no es vinculante. De hecho, en la Administración General del Estado ni siquiera se designa una comisión para estimar méritos.
La libre designación tiene como contrapartida la posibilidad de cese en el puesto, de modo que la dependencia respecto al responsable político de turno es evidente. La comisión de servicios, la fórmula habitual para situar a personal de confianza en puestos clave sin necesidad de convocar concursos de méritos, provoca un notable atasco en la Administración puesto que los nombrados temporalmente conservan su plaza anterior en propiedad.
Pero las querellas contra el director general de Función Pública, Joaquín Segarra, por utilizar la comisión de servicios para situar a personal de confianza en puestos de jefatura han acelerado el recurso a la libre designación para desatascar la situación. Lo más normal es que los titulares temporales de los puestos convocados ocupen las plazas correspondientes.
Asesor
La Consejería de Administración Pública, donde la inmensa mayoría de los jefes de servicio que sirven en la dirección general de Función Pública ocupan su plaza en comisión de servicios, ha convocado seis plazas de jefaturas de área y servicio; Bienestar Social, ocho; Obras Públicas, cuatro; Agricultura, 6; otras dos jefaturas corresponden al Instituto Valenciano de la Juventud y una a al Organismo Público Valenciano de Investigación, dos instituciones vinculadas a Educación.
Una de las ofertas más sorprendentes corresponde a la Consejería de Agricultura, un área que se caracteriza por un notable gremialismo. De hecho, cuatro puestos de jefaturas de servicio que dependerán del criterio de María Ángels Ramón Llin requieren la posesión del título de Ingeniero Agrónomo. Sin embargo, Agricultura convoca un plaza de Técnico de Coordinación con una alta remuneración, sin personal bajo su responsabilidad y cuyas funciones responden a las carácterísticas habituales de un asesor eventual.
La Consejería de Bienestar Social también ofrece para ocupar la jefatura del Servicio de Informática, un área evidentemente especializada, que sólo requiere acreditar la posesión de un título superior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 2002