La asociación ecologista Greenpeace criticó que el buque maderero liberiano Meltemi abandonara ayer el Puerto de Sagunto con siete polizones a bordo que 'no han podido ser visitados por ningún abogado debido a la negativa de la Delegación de Gobierno'. De igual forma se manifestaron otras entidades humanitarias como Amnistía Internacional o el Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), que denunció que después de que fuera la propia Policía la que avisara en un principio al colegio de abogados para reclamar un letrado de oficio que pudiera prestar ayuda a los polizones, 'impidió más tarde la presencia del abogado por orden del subdelegado del Gobierno'. Begoña Lobo, representante del CEAR, señaló que la asistencia jurídica está reconocida por la Ley de Extranjería y el reglamento que la desarrolla, que garantiza la atención en la frontera.
El buque partió ayer con un polizón menos de los que llegaron, ya que se trata de un menor que ha pasado a disposición de la red de atención de la Consejería de Bienestar Social, entidad que se hará cargo de su tutela al carecer de documentación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 2002