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Toca sufrir en Turquía

La afición apoyó al máximo a los azulgrana y sólo al final mostró su enfado por el mal juego

"No quiero sufrir en Turquía", dijo el martes el presidente Joan Gaspart. Pues a sufrir. Y otra vez en Estambul, la ciudad del otro extremo del Mediterráneo condenada a que todos sus clubes (hace dos años fue el Besiktas, 3-0, y en septiembre pasado el Fenerbahce, 1-3) juzguen anualmente al Barça. Los azulgrana lograron un triste empate a cero ante el Liverpool y decidieron jugárselo todo a una carta en el punto más oriental de Europa. La película perfecta no se produjo: el tridente, con un Rivaldo muy mermado, no pudo golear a un Liverpool plagado de bajas y encima el Roma tampoco venció al Galatasaray. Al Barça el martes le vale la victoria o bien el empate siempre y cuando el Roma no pierda por más de un gol en Anfield. Pero al Barça le aguarda antes otra asignatura al límite: el sábado recibe al Real Madrid con una afición que primero lo dio todo y acabó mostrando rabia: se ensañó con el técnico por sustituir a tres minutos del final a Saviola por Geovanni y luego despidió con una sonora pitada al equipo. La paciencia se acaba. Todo un mensaje.

Nadie podrá criticar a la afición, que anoche hizo lo nunca visto: ahogó los cánticos de los 3.000 ruidosos hinchas ingleses, que sólo se oyeron cuando el partido acabó. Charly había pedido un último esfuerzo a la gente porque en cuatro días le iba todo el año. Y el público, ignorando todos los desencantos y los posibles atascos generados por la cumbre europea, le hizo caso. El Camp Nou no se llenó, pero registró una de las mejores entradas de la temporada. Sin embargo, se produjo un mal presagio: no hubo mosaico y sólo unas pequeñas banderas azulgrana que se agitaron cuando aparecieron en el palco el Rey y los duques de Palma. No hubo el menor reproche porque la Liga casi ya se ha ido y sólo se vieron pancartas en contra del trasvase del Ebro, otra de Freedom for Catalonia y una de elogio a Rivaldo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 2002