La información que ha recibido el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, sobre los controles establecidos en torno a la ciudad de Barcelona para prevenir disturbios en la manifestación del sábado le hacen concluir que en esta ciudad se ha establecido 'un estado de sitio' sin declarar legalmente esa situación. 'Han convertido a Barcelona en una ratonera con policías, antidisturbios, aviones caza y un despliegue que al día de hoy se nos antoja casi imposible tener acceso a la cabeza de la manifestación', dijo Llamazares. Desde su perspectiva, el Gobierno trata de 'criminalizar' a cientos de miles de personas que quieren manifestarse ante la posibilidad de que haya un grupo minoritario violento, alertó de antemano.
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El coordinador de IU compareció en el Congreso, en realidad, para hacer su particular balance de los dos años de Gobierno del PP, pero no quiso sustraerse de la cumbre de Barcelona. 'El Gobierno espera muy poco de esa cumbre que ya se prevé anodina y quiere tapar la pobreza de sus resultados con la manifestación del sábado'.
Llamazares considera que el Jefe del Ejecutivo español afronta esa manifestación de manera 'autoritaria', lo que, a su juicio, es la forma en la que ha gobernado durante estos dos años. 'El PP ha hecho una contrarreforma: en la enseñanza, en la sanidad, en la fiscalidad... En estos dos años que quedan de legislatura hay que hacer oposición más nítida desde la izquierda en el Parlamento, en lo social y en lo cultural', anunció.
El líder de IU hizo mención a algunas de las políticas concretas del Gobierno, como la que conlleva el Pacto por las Libertades y el Terrorismo suscrito con el PSOE, que a su modo de ver, lo utiliza en beneficio propio. Llamazares no tiene dudas de que 'hay una crisis ya efectiva' entre el Gobierno y los socialistas por esta materia.
Pujol avala los controles
También el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se refirió ayer a la cumbre de Barcelona, pero con un discurso diferente al de Llamazares. Lamentó que las polémicas de los últimos días sobre las manifestaciones resten protagonismo al debate público de los asuntos que trata la cumbre, y afirmó que los antecedentes de Goteborg y Génova obligan a tomar precauciones policiales extraordinarias. Dicho esto, añadió: 'Tengo la esperanza y la confianza de que la manifestación del día 16 funcionará bien, no será violenta. Lo espero y lo deseo'. Pujol hizo esta toma de posición en el Parlamento catalán, en el que los diputados de la izquierda le acusaron de haberse sumado a la 'criminalización' del movimiento antiglobalización emprendida por Aznar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de marzo de 2002