Esta es tu casa, hermana. Esta es tu casa, hermano. Diplomático, policía, sherpa o antici, guardaespaldas, gobernante, chófer, comisario europeo, periodista, empresario que aterrizas desde lejos... Barcelona es hoy tu casa. Manifestante, sindicalista, militante utópico, pacifista radical, inmigrante, deportista, rebelde con o sin causa... estas calles y estas páginas son tu casa. Úsalas y exprímelas con tu deber como norte y el deleite al sur.
MÁS INFORMACIÓN
Lector leal, conciudadano paciente y hospitalario, redescubre tu hogar de siempre desde otra óptica distinta, la que trata de ofrecerlo a los recién llegados abriendo el salón de sus encantos, los mejor conocidos y los más recónditos.
Esta es tu casa más que nunca porque por unos días ejerce como mascarón de Europa, esa idea y esa realidad que cimentan nuestra paz cincuentenaria y a la que tantos exigimos más, y más deprisa, sobre todo con motivo de la cumbre de la Unión.
Barcelona es, canónicamente, la capital de Cataluña, la tradicional capital industriosa de España, el enjambre de un empuje cultural sometido a cíclicas oscilaciones, el semillero de empresarios emprendedores y de cuantas aventuras contestarias surjen en este país.
Pero Barcelona es sobre todo la capital virtual -a veces encorsetada o tímida-, de un terreno espiritual, un aroma intangible: las identidades superpuestas. Es canalla y calvinista, burguesa y proletaria, abierta y ensimismada, ordenada y subversiva, prudente y agresiva, catalana e inmigrada, modernista y neoclásica, tradicional y arriesgada, humilde y altanera: el seny y la rauxa.
El a veces sorprendente patriotismo barcelonés se entreteje de todos esos materiales, a caballo de las herencias de la Liga aquea y de las ciudades-Estado hanseáticas. Está huérfano de himnos y de proclamas expansionistas.
La mejor manera de pulsar el paisaje es patearlo, y de disfrutar el paisanaje es abordarlo. Úsalos, e intercambia. Hoy, mañana, en la próxima ocasión.
¿Cómo? En estas páginas van algunassugerencias, sesudas, irónicas, apasionadas, heterodoxas, prácticas. Unos paseos por su universo literario, por el estallido modernista, por un gótico civil insólito en la ribera mediterránea, por la geografía olímpica, por los placeres del gusto y la vista, las cercanías y la esquina más inmediata.
Estás en casa. Ábrela y entra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de marzo de 2002