El Barça alimentó el cuento. Permitió que el Caja, también conocido como la cenicienta de la Copa del Rey, creyera en las hadas. Alimentó también el mito de esta competición y ratificó esa máxima copera que dice: no te fíes de nadie, y menos del más débil. Y así fue. El actual campeón de Liga y Copa se atragantó frente al 13º de la Liga. Para ganar tuvo que esperar al último minuto, santiguarse y ponerse en manos de Jasikevicius y Digbeu, en dos triples aislados que zanjaron un choque irregular y donde el Caja no se rindió pese a su anarquía.
El factor sorpresa también se cumplió en el terreno individual. Navarro, el deseado sucesor de Gasol, tuvo un papel secundario, o mejor, no lo tuvo. Aíto hizo un ejercicio, arriesgado, de probar al equipo sin él y, cuando lo sacó a la cancha, el chaval estaba gélido. El gran fracaso de la noche fue Granger, que ni siquiera ayudó a su equipo cuando Brewer, la estrella del choque, fue expulsado. Pero el partido arrojó un grato descubrimiento. Un adolescente de La Línea, Sergio Sánchez (20 años), dio un doctorado de liderazgo y llevó en volandas al Caja hasta el final. Pero él solo ante todo un Barça, por torpe que ande, todavía es demasiado.
BARCELONA 73| CAJA S. FERNANDO 66
Barcelona: Rodríguez, Digbeu (11), Karnisovas (4), Okulaja (8), Alzamora (6); De la Fuente (4), Rentzias (18), Jasikevicius (19), Dueñas (2) y Navarro (1). Caja: Brewer (22), Dioumassi, Granger (9), Gadou (5), Guardia (11); Solana (4), Beard (2), S. Sánchez (11) y Fajardo (2). Árbitros: Ramos, Llamazares y Requena. Eliminaron a Brewer (m. 35). 9.200 personas en el Fernando Buesa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de marzo de 2002