La relación entre las cúpulas del PP y del PSOE atraviesa uno de sus peores y más crispados momentos desde que arrancó la legislatura. Los socialistas creen que el Ejecutivo ha puesto en marcha una estrategia de destrucción de José Luis Rodríguez Zapatero y se preparan para combatirla. El PP replica que la oposición socialista se limita al 'más zafio y tabernario insulto' para ocultar su debilidad. El PSOE exige la reprobación del ministro Mariano Rajoy por tomarse a broma el debate sobre inseguridad, un problema que, según el Gobierno, ha crecido un 10,52% con 1,3 millones de delitos conocidos el último año.
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Al ministro Mariano Rajoy le espera la próxima semana una interpelación del PSOE sobre inseguridad ciudadana; y en el pleno siguiente, una moción de reprobación. Los contenidos de ambas iniciativas serán sobre la inseguridad, pero la reprobación vendrá por la "actitud intolerable" de Rajoy con la oposición que el PSOE observa desde "hace tiempo". Será la tercera propuesta de reprobación de ministros en tres semanas, después de las dirigidas contra el titular de Exteriores, Josep Piqué, y el ministro Portavoz, Pío Cabanillas, por el "bulo" sobre Felipe González.
El portavoz socialista Jesús Caldera cargó ayer de ironía su invectiva al Gobierno: "En la tarde del miércoles se rieron mucho Mariano Rajoy, los diputados del PP y los delincuentes, al tiempo que se cometían en esa jornada 500 delitos". El grupo socialista ha encajado con irritación el desarrollo de la última sesión de control, en la que sometió al ministro del Interior a una batería de preguntas sobre la delincuencia. Rajoy optó por burlarse de los diputados para replicar a sus ataques.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, denunció ayer en Barcelona el "despropósito" y la "falta de respeto" del Ejecutivo del PP con el Parlamento por tomarse "a risa la falta de seguridad de los ciudadanos". Especial enfado han provocado las respuestas displicentes que el ministro dispensó a Leire Pajín y Carmen Romero. "A Rajoy le hace mucha gracia la desgracia ajena; le pedimos soluciones y nos responde con chirigotas", señaló Caldera. "Con ese estilo barriobajero envilecen la política", añadió el secretario de Organización, José Blanco.
Los socialistas consideran intolerable la actitud de Rajoy, que no respondió, a su juicio, a los temas planteados, sino que usó la sorna y la burla para no responder. "Le voy a recetar a Zapatero unos optalidones para que aparezca aquí para debatir sobre los asuntos que le interesan a los españoles", dijo el ministro a un pregunta que cuestionaba el argumento de que el aumento de los delitos también se debe a las facilidades que hay ahora para denunciar. "Debe usted creer que los españoles somos imbéciles", afirmó la diputada Carmen Romero tras preguntar sobre las muertes por consumo de drogas sintéticas y recibir una evasiva. "No creo que los españoles sean lo que usted dice que piensan, ni, en mi ingenuidad, lo pienso de usted", añadió. "¡Pero qué tontería es esa pregunta!", increpó a la diputada María José López. "¿Cómo le deja el señor Zapatero hacer esa pregunta? Si se enteran en Europa, puede ser antológico", le dijo a Leire Pajín.
El portavoz adjunto del PP, Ignacio Gil Lázaro, justifica la utilización de la "ironía inteligente y respetuosa" de Rajoy para replicar al "fiasco de espectáculo sin sustancia" de la estrategia de acoso del PSOE al ministro. "Fue una cadena de insultos zafios, groseros, esperpénticos, chulescos y tabernarios" y una "ensalada de incoherencias", añadió.
El secretario general del PP, Javier Arenas, fue más allá. Calificó de "exagerada", "zafia" y "desmesurada" la actitud del PSOE y cifró en 16 los insultos semanales que el primer partido de la oposición ha vertido contra el Gobierno en esta etapa de crispación. Arenas sostiene que el PSOE provoca en el Congreso "una sesión de insulto semanal" para "tapar sus contradicciones". A su juicio, Rajoy demostró el miércoles "más paciencia que el santo Job".
Para el diputado socialista y ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, lo ocurrido ese día "no es algo exclusivo del señor Rajoy; es una consigna del Gobierno. La labor del PP en la oposición fue ajena a la democracia, y ahora desde el Gobierno hacen lo mismo. El PP hace un ejercicio totalitario del poder".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de marzo de 2002