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Crónica:ASAMBLEA | PREGUNTAS CON RESPUESTA

'Gallardón... perdón, galardón'

A veces traiciona el subconsciente. Otras veces no traiciona, define. ¿Fue sin querer o aposta la equivocación del diputado de Izquierda Unida, Julio Setién, que dijo: 'Ese gallardón... perdón, quiero decir, ese galardón...'? Preguntaba Setién por la distinción Madrid Excelente concedida por el Gobierno regional al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Y decía Setién que cómo era posible que se diera ese gallardón -perdón, galardón- a una empresa que había sido sancionada por ese mismo Gobierno.

Y Alberto Ruiz-Gallardón -nótese la similitud-, sin perder la compostura, contestó que no, que ni gallardón ni galardón, que era un premio que concedía un jurado cualificado y que, además, se le había dado a las empresas del BBVA, no al BBVA mismo. Y metió la reja para añadir que cómo era posible que Setién le preguntara eso, cuando en Euskadi, donde IU gobierna -que ya es licencia literaria y política calificar de gobierno a lo de IU-, se tiene por referencia empresarial al BBVA. Una risa.

Pero es que ayer el presidente llegó a la Asamblea peleón y dispuesto. Y se enfrentó al portavoz socialista, Pedro Sabando, que le puso ante los ojos las cifras del paro que demostraban un aumento de casi 7.000 personas en dos años. Pero los números -ay- son tan elásticos que todo lo aguantan. Desde luego, lo que decía don Antonio Machado no puede aplicarse a los políticos: '¿Tu verdad? No. La verdad. / Dame la verdad de todos. / La tuya, guárdatela'.

Así que la verdad va por partidos. Para Ruiz-Gallardón, al que Sabando tildó de 'optimista maniaco', la verdad es que no aumenta el paro, sino la población activa, porque vienen más inmigrantes, a los que, de paso, el presidente dio la bienvenida a Madrid. Y en términos de empleo se habían creado 560.000 puestos de trabajo desde que el PP gobierna en la región. 'Además', le dijo, 'acuérdese de que cuando gobernaba Joaquín Leguina quedamos en que aquí hablaríamos de la Encuesta de Población Activa (EPA) para hablar de estos temas'.

Sabando, a quien Ruiz-Gallardón contestó diciendo que el portavoz socialista no era pesimista pero estaba triste, quiso puntualizar que los criterios sobre la EPA habían cambiado desde los tiempos de Leguina, pero Jesús Pedroche, presidente de la Cámara madrileña, no le dejó hablar. Cosas del reglamento.

A pesar de todo, no fue un pleno agrio. El socialista Antonio Fernández Gordillo recurrió al mismísimo presidente de la Comunidad para criticar el alto precio de las viviendas. Y ello le valió para que, zumbón y sonriente, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, le felicitara por la bondad de sus fuentes, pero le recriminara, incluso cariñosamente, porque había bebido mal de ellas. 'Pero siga así, que estamos en la misma línea', le animó. Así es que da gusto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de marzo de 2002