El sindicato Unió de Pagesos (UP) ha pagado a la Subdelegación del Gobierno en Lleida casi 2.800 euros (más de 460.000 pesetas) por los destrozos ocasionados en el edificio el 1 de octubre de 2000 durante una manifestación convocada por la organización agraria para protestar por la subida de los carburantes, en una campaña que duró varios días y tuvo diferentes actos de protesta.
Durante la concentración llevada a cabo frente a la sede gubernamental, los manifestantes lanzaron huevos y piedras contra la fachada y la puerta principal, y llegaron a romper algunos cristales, una de las cámaras de videovigilancia y la barrera de acceso al edificio.
La denuncia por daños presentada ante el juzgado de guardia por el subdelegado del Gobierno, Joan Barios, fue archivada cuando Unió de Pagesos garantizó que no volverían a repetirse incidentes como los que habían originado los destrozos.
Los dirigentes del sindicato argumentaron que los destrozos fueron causados por un reducido grupo de personas que ese día actuaron al margen de las consignas establecidas por los organizadores de la protesta, que había preparado un acto pacífico y sin violencia.
La dirección de UP, que lamentó inmediatamente los hechos, ha hecho llegar esta semana a la Subdelegación del Gobierno en Lleida un talón bancario por el importe correspondiente para resarcir los daños. En la misiva que lo acompaña indica que se trata de reparar 'los actos y acciones incívicas realizadas por algunos manifestantes'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de marzo de 2002