A falta de equipo y con el tridente seco, el Barça agradeció especialmente el regreso de Xavi, un futbolista que le da personalidad al equipo y, además, anoche le proporcionó el gol del empate. "He visto que estaba prácticamente solo y he decidido chutar", aseguró el medio centro azulgrana cuando se le preguntó por el tanto. "El balón ha hecho un extraño", prosiguió, "y ciertamente César me ayudó un poco. Ha sido una suerte, porque aunque el empate no nos sirve de mucho, al menos premia nuestro esfuerzo durante el segundo tiempo".
Xavi poco pudo hacer en el primer acto, dominado por el Madrid, "que siempre tuvo la pelota y, si somos realistas, pudo sentenciar el encuentro". A decir del centrocampista, el equipo madridista les desconcertó con su planteamiento. "Nos desestabilizó que uno de los puntas bajara a recibir al centro del campo, donde crearon una clara superioridad", relató. "Pudimos corregir el desajuste en la segunda mitad, en la que incluso pudimos ganar. El empate, en cualquier caso, me parece justo. A nosotros no nos sirve de mucho, pero no perdemos la esperanza porque nos quedan ocho partidos".
Xavi tuvo la pelota de la victoria en una falta en la frontal. Disparó y el balón se estrelló en el larguero. "No tenía ni idea de que el lanzamiento era indirecto", confesó, "así que si llega a entrar el cuero se arma un gran follón, porque el gol no habría valido, y yo sin saberlo".
La aportación del medio centro barcelonista, en cualquier caso, resultó capital para su equipo, sobre todo cuando Rexach le puso acompañantes del calado de Overmars, el único capaz de desbordar y de desequilibrar a la zaga madridista. Xavi, al igual que Overmars, le dieron personalidad al equipo, que recuperó señas de identidad perdidas durante la temporada, desde que el entrenador accedió a alinear al tridente, que contabiliza casi el 70% de los goles del plantel.
El partido ante el Madrid reveló de nuevo que al Barça le gusta jugar con un medio centro que marque la pauta del partido en lugar de un centrocampista que tome al media punta rival, como venía ocurriendo con Cocu. El desequilibrio en el medio campo barcelonista, sin embargo, resulta notable con independencia del rival. Anoche no jugó Motta, un volante zurdo de buen toque que le da mucha salida y control al equipo y, por contra, se mantuvo Luis Enrique, que pasa por un momento delicado y, además, prefiere barrer el frente de ataque, donde al principio de curso llegó a marcar hasta seis goles.
Rexach, de todas maneras, volvió a anunciar cambios para el partido del próximo martes en Estambul ante el Galatasaray. Cocu es baja por sanción, y consecuentemente queda un puesto vacante. Xavi y Motta tienen sus opciones, al igual que Rochemback, muy combativo en el segundo tiempo de ayer ante el Madrid. No sería de extrañar que Rexach volviera a deshacer el tridente en cancha ajena y en el puesto de Saviola apareciera Luis Enrique o hasta Overmars, que de alguna manera se reivindicó tras una epoca de abulía.
Vuelve Overmars, vuelve Xavi, vuelve el Barça al principio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de marzo de 2002