Lo que está pasando en la provincia de Huelva, en la campaña de la fresa, nos está mostrando el gran fracaso del Gobierno central en su unitaria política migratoria. En vez de buscar soluciones está reforzando la provincia con más unidades de Guardia Civil. La ordenación de los flujos migratorios no se hace de la noche a la mañana, aplicando la solución del contingente.
Quizá al señor Miranda le hayan vendido una falsa varita mágica, espero que no se la haya comprado a un vendedor ambulante; también se la ha pasado al señor Trillo para solucionar lo del ejército profesional. La política del contingente no acabará ni con las pateras que llegan por mar, ni con las nuevas que llegan por aire. El Gobierno no ha tenido en cuenta la situación del empleo, ni de los movimientos de los temporeros del campo, ni para qué sirven las oficinas del Inem. Desde aquí estamos escuchando peticiones de sus transferencias, incluso se debe hacer en competencias para la inmigración, así no se echará el muerto a la capital y se sabrá a quién señalar.
El señor Mikel Azurmendi, en vez de estar en Huelva, está en Roquetas de Mar (Almería) presentando un libro. Mejor estaría en las bellas playas de San Sebastián, a ver si puede descifrar las teorías del famoso Plan Greco, del cual aún estamos esperando la fecha de su funeral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de marzo de 2002