Unos 500 trabajadores de la planta de Lear en Cervera aprovecharon ayer la segunda jornada de huelga convocada tras la ruptura de las negociaciones con la dirección para trasladar sus protestas a Valls (Alt Camp), donde la multinacional norteamericana tiene ubicadas sus oficinas en España. El comité de empresa anunció que continuarán las movilizaciones hasta lograr un acuerdo satisfactorio para la plantilla. La manifestación recorrió las calles de Valls y acabó ante las oficinas de la empresa contra cuya fachada los manifestantes lanzaron huevos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de marzo de 2002