El escultor Eduardo Chillida continúa en estado de extrema gravedad en la Policlínica Guipúzcoa, aunque experimentó ayer una ligera mejoría, según confirmó el parte médico emitido por el centro sanitario. Su esposa, Pilar Belzunce, expresó su alegría, si bien reconoció que la familia no quiere hacerse 'excesivas ilusiones'.
Belzunce declaró a los periodistas que, tras haber pasado la noche junto a su marido, éste al despertar les 'reconocía' y llegó a hablar a cada uno de sus hijos por su nombre. 'Su cabeza está despejada en este momento', precisó la esposa del escultor, y añadió que su esposo había comentado a una de sus hijas que se parecía a su propia madre.
'El paciente se encuentra en situación confortable. Y está respondiendo bien al tratamiento médico. Conecta ocasionalmente con la familia, respondiendo a los estímulos verbales', ratificó por la tarde el doctor Fernando Neira, jefe de medicina interna de la Policlínica, al comentar la evolución del estado de Eduardo Chillida.
El escultor fue ingresado hace seis días a consecuencia de una neumonía. Según el parte médico de ayer, el artista continúa con el tratamiento intermedio entre medidas extremas y abstencionismo terapéutico, debido a su enfermedad cerebral degenerativa irreversible.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de marzo de 2002